Si hace dos o tres años, cuando aún estaba dando tumbos entre papeles, tecleando historias y aprendiendo a moverme por las redes, alguien me hubiera dicho que iba a presentar una novela en la Escuela de Escritores de Madrid, no me lo hubiera creído ni de broma. Me hace muy feliz compartir contigo la presentación de La esfera imperfecta que hice en tan ilustre casa, de la mano de Chiki Fábregat.
A base de meterle horas, a veces los sueños se cumplen. Y sí, digo “a veces” y no “siempre”. Pero lo que es seguro es que, si te lo trabajas, estarás echando más papeletas en la lotería del éxito que si nunca das un paso adelante. Por pequeño que sea. Al menos eso es lo que opina este gnomo.
Para que te hagas una idea, La esfera imperfecta empezó a construirse hace casi dos décadas y cuando escribí las primeras líneas de La caja de Bernit” yo era diez años más joven. Ese es el tiempo que he tardado en pulirlas para que salieran a la luz sin que se me cayera la cara de vergüenza. Y comienzo el 2018 echando la vista atrás y dando por buenas tantas horas sentado delante de tantos ordenadores, con tantos pendrives y tantos archivos; tanto tropezón, tantos rechazos (ajenos y propios) y tantas cosas que me he molestado en aprender (aunque algunas jamás vaya a ser capaz de aplicarlas). Todo lo doy por bueno gracias a los momentos que he vivido en el viaje hasta la presentación de La esfera imperfecta.
Y después del cariño y las reseñas que me habéis regalado (La esfera imperfecta no deja de estar alrededor del top 10 en literatura juvenil, dentro de la categoría de distopías) ¿Cómo iba a parar la maquinaria ahora? ¡Con lo que me ha costado poner a currar a todos los gnomos de los jardines para que me traigan las mejores historias! XD.
Pero para que las cosas salgan bien, se requiere su tiempo. Por ese motivo, el 2018 va a ser un año más de escritura que de publicaciones. Hay por ahí una cosa a la que le llevo dando vueltas desde el 2015 y ya va siendo hora de que le ponga el punto y final. También voy a aprovechar este año para haceros caso y darme otro paseo por el continente de Wolyan, a ver qué es lo que se cuece por allí y qué nuevas noticias os puedo traer del universo de La caja de Bernit.

En esto estoy metido ahora. Menos mal que ya soy (un poco) más rápido escribiendo XD.
Si ningún engranaje se atasca y no explota algún matraz, este será un año de seguir dando pasitos hacia adelante, aprendiendo por el camino, ofreciéndote cosas nuevas y, sobre todo, pasando buenos ratos juntos. Tan buenos como el que pasamos en la presentación de “La esfera imperfecta”.
Con una anfitriona como Chiki Fábregat (@chikifabre) era imposible no lucir una sonrisa en la cara permanentemente… Aunque hubiera estado diciendo cosas nefastas sobre mi novela hubiera dado gusto escucharla. ¡Qué bien habla la tía! ;D.
Como suelo decir en mis vídeos: “no me enrollo más”. El gnomo ha vuelto. Stay tunned ;).
¿Te envío un manual para hacer una cubierta de novela como la mía?
¿Te apetece conocer otros secretos que guardo en la Biblioteca de Meseta Tortuga?