Entre todos los seres fantásticos de La caja de Bernit, confieso que siento una predilección especial por los apidracos. La conjunción perfecta entre dos seres fascinantes como son las abejas y los dragones. En la otra cara tenemos a los Yncari, unos seres de pesadilla que nadie sabe de dónde han salido.
Esta no es la primera vez que demuestro en este blog lo mucho que me gustan las abejas. Sin embargo, hoy quiero centrarme en las hermosas criaturas que inundan el Bastión Colmena. Hace poco tiempo, a la vuelta de la esquina, el Bastión Colmena recibía otro nombre. Sin embargo, cuando el destino quiso que los patios y salones de aquella fortaleza inexpugnable quedaran desiertos, la reina de los apidracos decidió que aquel sería un lugar seguro donde establecer su colonia.
Seres fantásticos de La caja de Bernit
Gracias a un tamaño que puede variar entre el de una abeja común o el de un navío, los apidracos han sido capaces de sobrevivir durante siglos. Nadie en su sano juicio se atrevería a acercarse a su hogar y amenazar a su prole. Incluso los apidracos más pequeños cuentan con aguijones y mandíbulas que pueden ocasionar un buen disgusto a cualquiera. Los apidracos mayores pocas veces abandonan el calor de la colmena. Son tan difíciles de ver que la mayoría de los habitantes de Wolyan piensan que se trata de criaturas inventadas por los juglares que recorren las ferias.
¿Quién iba a imaginar que todo continente se pondría en peligro por culpa de las fuerzas desatadas? Quizá haya llegado el momento de que los apidracos vuelen más allá de los campos de Bastión Colmena.
Porque en Wolyan han aparecido otras criaturas mucho más siniestras. Nadie sabe de dónde han salido ni cuál es su propósito. Hay quien asegura haberles escuchado la palabra Yncari, pronunciada entre susurros escalofriantes, mientras arrasaban pueblos enteros. Si alguna vez observas un destello azulado en la noche, corre en la dirección contraria.
Unos seres incansables, capaces de perseguir a sus víctimas de día y de noche sin descanso. Nadie conoce la voluntad que los mueve ni sus intenciones. Nadie sospecha el interés que tienen por causar tanto dolor y destrucción. Son una fuerza imparable que no se apiada de quienes se cruzan en su camino.
Son muchos los seres fantásticos de La caja de Bernit. Algunos de ellos pondrán en peligro las vidas de los habitantes de Wolyan, recordándoles los peores momentos de las Guerras Atlantes. Otros podrían tener la clave para enfrentarse a las fuerzas oscuras que han despertado. Algunos están enfrentados, otros son temidos y entre todos anida la desconfianza.
En estos tiempos difíciles, en los que las antiguas alianzas ya forman parte de las leyendas del continente, es imprescindible encontrar la solución a los nuevos retos que amenazan a todos.
¿Te atreves a vivir las aventuras de La caja de Bernit? Te invito a acompañar a los hermanos Hojaestrella, al General Púrpura, Verderón, Verdín y Rayas en un viaje lleno de peligros.
Ilustración de Vanesa Portocarrero.