Verdín Fundadededo siempre soñó con estudiar en la escuela de hechicería. Pero la vida no es sencilla para un mestizo semielfo más allá del Bosque Sagrado.
Verdín Fundadededo procede de una antigua dinastía de sastres mágicos. Su padre humano conoció a su madre elfa en la Costa de la Garra durante las guerras Titán. A la mezcla de ambas estirpes se debe tanto el color verde de su piel como, posiblemente, la fortaleza de su hermano mellizo Verderón. Él tampoco tuvo suerte en ese aspecto, aunque heredó la habilidad de su madre para crear cosas magnificas con sus propias manos
El Bosque Sagrado no era un lugar demasiado acogedor para las razas impuras, por eso los hermanos Fundadededo nunca encontraron su lugar entre elfos, duendes y dríadas. Su madre tuvo que enfrentarse al consejo para que ellos pudieran llevar el apellido familiar, sin el cual quedarían fuera de toda protección cuando ella faltara.
Desde muy pequeño mostró interés y buenas aptitudes para la magia. Sin embargo, por mucho que apreciaran a su familia, nadie en el Bosque Sagrado se atrevió a iniciar a un mestizo en el Arte. Su madre se rebeló ante los suyos y, aunque no era una gran conocedora de la magia, le instruyó en la lectura de las runas antiguas hasta el mismo día de su muerte.
A partir de aquel momento, la única opción que le quedaba era continuar sus estudios en alguna de las torres de hechicería donde se formaban los humanos. Al menos eso pensaba antes de que su hermano le regalara su primer pergamino.
El semielfo estuvo repasando durante semanas la única palabra que estaba escrita en aquel pedazo de tela. Repetía una y otra vez cada runa, cada sílaba. Practicó diferentes tonalidades e inflexiones de voz hasta dar con la correcta. «Ignyro» fue su primer conjuro y, cuando fue capaz de dominarlo, convenció a su hermano para abandonar juntos el Bosque Sagrado.
Verdín Fundadededo, el mago
Así es como se le conoce en los diferentes pueblos que recorre la Calzada Principal. Junto a su hermano Verderón y su amigo Rayas, forma una troupe de artistas ambulantes, deleitando a sus espectadores con trucos de manos y números de adiestramiento de fieras.
De vez en cuando es capaz de conseguir algún libro de magia en el mercado negro. Entonces aprovecha para estudiarlo con avidez hasta que surge la oportunidad de cambiarlo por otro. En la vida del artista errante, uno no puede cargar con demasiado peso.
Es ingenioso, de carácter fuerte y cuerpo enfermizo. En lugar de sentirse afortunado porque su hermano cuide de él, suele mostrarse irritable y malhumorado. Rayas opina que su talante arisco se debe a su falta de destreza para realizar autentica magia.
Recorre con Verdín Fundadededo los caminos de La caja de Bernit. Allí conocerás a otros miembros de esta curiosa troupe de artistas. Sorpréndete como un espectador más ante los encantos de Rayas el tygerido. Piérdete con los hermanos Hojaestrella entre el público de Villa del Roble Dorado.
Ilustración de Vanesa Portocarrero.